Mejor no decir
mantener el silencio
retener tu aroma
mientras las paredes caen.
Si los desechos de esta poesía
alfombran tu paso marcando el rumbo
¿Para qué hablar?
Tus palabras que lastiman
las mías y su rudeza
mejor no decir
y poner flores sobre esa mesa vacía.
Y empiezo a caminar
en los restos de la tarde
con caricias y miserias
¿Para qué hablar?
En el ojo del huracán
recuerdo de besos y caricias
cultivan nuestra certeza
¿Para qué palabras?
Mejor no decir
y poner flores
sobre esa mesa vacía.
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