miércoles, 28 de septiembre de 2022

Hasta donde sé...

                                                                       


                            

Hasta donde sé

por las venas de tu amor

vago,

como trueno entre hojas de otoño

ya no es necesario despertar.

Quedó desangelado el sueño

de ojos rojos y de rosas

de ojos negros y espinas

de ojos verdes, salados...

voy haciéndome carne.

 

Hasta donde sé

no hay nada diferente,

el vértigo pasó

y descansa en un papel,

en las flores del tiempo.

 

Hasta donde sé

el tono gris sigue sosteniendo la melodía,

en carne viva

quedó la vieja alegría

hasta donde sé…

 

La trampa a los santos

a los susurros oscuros

voy colgado de una estrella.

Te amo y hasta donde sé

ya no es cuestión de fe.

 

fino.                        collage: Lily Gar.

 Música: Still loving you - Scorpions.

 

viernes, 9 de septiembre de 2022

Cuánto Sol.

                                                                     

                                         



-Cuànto sol, cuanta luz -se mintió.

Aunque si, se había terminado la oscuridad y las palabras que la unían a él. Fue tan efímera y frágil la felicidad, tan llena de insignificantes cosas bonitas que, sabía, no valían un solo gramo de su dolor.

-Si amor, deseo descansar de tanto soñar -dijo en voz baja sin que él escuchara.

Pájaros mudos cantaban en el jardín y niños invisibles iban camino al nirvana. Solo le restaba saludar o beber una limonada fría bajo el alero lleno de flores coloridas. Alero y flores que no existían, que jamás existirían y donde el sol nunca se escondería.

Ese era un mural eterno para el punto máximo de alguna felicidad verdadera. Ahora, la despedida y los vestigios de una inmensa mentira. “Para que reescribir tanta basura, mejor sonreír. Adiós” pensó.

Antes de cerrar la puerta y subirse al auto, giró la cabeza y lo miró dormir. La saliva dejó sus labios y cayó sobre la alfombra gastada de ese cuarto de mala muerte. Encendió el motor, salió pisando suave el acelerador sin otra certeza que encontrar la ruta hacia su lejanísima y casi olvidada Montevideo. Miraba por la ventana conduciendo y fumando. Al final de todo, ya no quedaba casi nada, solo vacío y descomposición, el resto sería una historia descarnada que alguna vez alguien escribiría. Se perdió desde el pensamiento mirando la gente que desfilaba a los costados del auto. La anciana envuelta en un saco triste y caro, una pareja adolescente de pantalones rasgados y con los ojos incrustados en los teléfonos, un borracho enroscado en un semáforo esperando que la luz amarilla y el mundo dejaran de temblar.

Autos, bicicletas y motos arremolinándose en la tarde, frente a sus ojos húmedos que se vaciaban en una película muda mil veces vista. Otra vez blanco y negro. Otra vez huyendo sola y sin nada más que la muerte de otra esperanza.

Él dormía.

 fino.

       Collage: Lily Gar.

Música: Depois - Marisa Monte.