Por todas las ilusiones, por todas las veces que no te encontré, estoy pagando los platos rotos, los saldos pendientes que dejamos mientras huíamos de nosotros. A oscuras. Y llegaron en cascada, los ríos repletos de barro, las palabras que no supimos decir, las ruedas mágicas, los anillos prestados, el aliento apestoso de las bestias. Las manadas de zorros desollados, las curvas cerradas a toda velocidad, los pasajes, los puñados de arroz reseco, las lunas de marzo, los anillos de saturno. Los acuarios abandonados, el musgo verde y los anuncios oxidados en carreteras eternamente oscuras.
Por todas las veces que no te encontré y fui un simple espectador y una molécula imparable rebotando en los lugares perdidos por los que te perdías y escondías. Y me llegaban los ecos de tu sonrisa, las caricias que no eran mías, tus lágrimas tibias, los insultos, los gritos, los pensamientos prohibidos, las malas costumbres, los cigarros que vaciaron la piel, los vahos del alcohol, las puertas cerradas, las noches en vela, tus búsquedas implacables, tus preguntas indiscretas, tus gemidos de placer, los dibujos que hacías en los ventanales empañados, tus pedidos de auxilio, las raíces de los tallos rojos.
Por todas las veces que nos lloramos sin vernos las sal, desnudos, solos y a millones de años luz. Por todas esas veces suelto al viento los poemas viejos, las maderas talladas, los vasos vacíos, las canciones más lindas, los besos amargos, los dulces insomnios, la arena empapada y caliente. Dejo libres y al viento, las fotos gastadas, las veces que dije lo siento, tu lamento insondable, tus manos de fuego, de invierno, la lluvia que nos mojó una tarde, mis excusas cobardes, los remiendos hechos de alambre, las noches, las tardes y los días en que no fuiste solo mía.
Por todas las veces, como hoy, que decidí terminar con la tortura de no tenerte, escribo un epitafio maldito que escupiré sobre la plaza donde nos conocimos. Y dejaré de buscar tus ojos en otros ojos, en las ciudades sin alma, en las estaciones repletas, en las vacías, en la mugre de cada día, en los rincones oscuros llenos de telas de araña, en los planetas más distantes. Dejaré de pensar en los olvidos, en las perdiciones, en los asuntos marginales de las almas marginales, en los ocasos, en las aves de paso. Por todas esas veces, me clavo las uñas, me muerdo los labios, cierro por un instante los ojos, respiro profundo...te dejo partir.
fino. Collage - Lily Gar.Música: Asesiname - Charly García.