Sé que llorar no es purgante, ni salvoconducto. Sé que llorar no apagará mis dudas. Sé que llorar no solo es marcarme la cara, es un poco de reestructura, una húmeda y salada reestructura.
Dejo la silla deformada de tanto incrustarle mi cuerpo sin piedad, en días así es imposible dejar la máquina de escribir. Las botellas vacías se van acumulando, como las puntas, los envases secos de agua y los papeles arrugados luego de soplar los apuntes sobre el teclado. Es un sismo descubrir como se mete tu sombra por debajo de mi puerta, tu imagen dormida y sin amor. Tu imagen sin cara y yo soñando con un amor de otro planeta. Estúpido e inocente, creyendo en los reyes magos, creyendo que mis palabras te llegaban tanto como para enamorarte. Pero lo oscuro de todo esto es que cada vez hay más y más mentiras que se van acumulando dentro de mi cabeza. Yo, intrascendente, pensé que se trataba de una broma. Preferiría mirarte a los ojos y soñar con fuego como si tu saliva pudiera ahogar las llamas. Fui creando llagas, dándote por dulce el veneno que yo mismo comería. Ahora siento que el aire no sube, se queda pegado a tu lado y forma un dibujo que trae burbujas desde el fondo de tus manos. Siempre igual, soy incapaz de vivir sin una flor, sin una cruz, sin un amor, la vieja costumbre de descorrer las cortinas.
Te imagino mordiendo otros cuellos, solo imagino, no hay falla. Darte mis huesos calmará el deseo pero estoy obligado a seguir andando. Estamos frente a frente y aun no me has hablado. Ahora veo tu espalda rumbo a la calle, pero peores sueños he tenido en la nieve y tu amor siempre es un revolver perforándome la sien.
fino.
Música: Love Song -The Cure.