Monóxido de Carbono, efecto invernadero, metano, dudas, sulfuros, carroña, envidia. Deshacer el camino hecho mil veces, el inverso. Ozono y la nebulosa tóxica de la indiferencia.
Barreras. Nada más, nada menos.
El lo explicó mil veces sobre estrados y baldosas como un poseso. No bastó con estirar los brazos ni con aplacar el hambre de las fieras. Con la garganta gastada pidió a los cuatro vientos, en vano, mil veces que todo terminara sabiendo de sorderas e ignorancia. Estaba dispuesto a dar lo que pedían aminorando el deseo de la urgencia. Repasó su vida.
Ácido fluorhídrico, alcohol metílico, fentanilo, heroína, botox, formaldehído, traiciones. Piedra sobre piedra trepó hasta el castillo para hablar con el Ángel, al llegar le dijeron de deponer las armas, de cortarse y rebanarse la lengua, que se envolviese en plástico y juntase las palmas.
Los miró a los ojos.
Le ofrecieron una bandeja repleta de azúcares refinados, de Mío-Mío, de cerezos Jerusalén, de bayas carmín, hongos, insultos, tallos, raíces de sambuco, cryptogas y pastillas de colores.
Tenía hambre y ganas de llorar.
Lo miraron sin encontrarle los ojos, pensaban en como podía resistir, mientras cambiaban la bandeja por otra más sustanciosa.
Se desplomó una tormenta rompiendo la burbuja, entreverando las cartas, los motivos y razones.
Algo tenía que cambiar. Algo debía cambiar, pero los nubarrones seguían ahí y el Ángel y sus lacayos y las bandejas, los pecados capitales y los comunes, la tierra santa, la inquisición y los caballitos de mar.
Se desplomó una tormenta rompiendo las burbujas y el agua seguía cayendo, negra, espesa, sofocante.
fino.
Música: Souvenirs of China - Jean Michel Jarre.

No hay comentarios:
Publicar un comentario