jueves, 13 de julio de 2023

Perdón.


 

Necesito pedirte disculpas. Necesito pedirte perdón.                                          Se que tengo mil años, que pasaron quinientos, pero mi cuerpo y mi corazón siguen girando cada vez que te veo. La herida nunca deja de sangrar. Pretendo encontrar las palabras, el cruce de tus ojos y otras cruces. Busco encontrarte a tientas, sin saber exactamente el porqué. Sos más que una esperanza para mi tiempo incoloro y mis manos vacías. Necesito pedirte perdón.

Deseo que todas las sensaciones olvidadas exploten cielo arriba con la luz de los sueños cumplidos, quiero verte en todas las historias de amor, oírte en todas las canciones, sin desencuentros ni postergaciones. Qué más da.  

Anoche soñé con vos, después de tanto tiempo, volví a soñar con vos. No te soñé despierta, como antes, sino que apareciste desde lo más profundo de mi inconsciente y fuiste tan real, tan nítido que volví a amarte. Por unos segundos recuperé tu abrazo y el impacto de tus labios rozando mi boca, sentí el perfume y el calor de tu cuerpo incrustándose en mis huesos. Si, hubo escombros y sombras, pero el sol nacido de tus brazos lo disolvió todo. En mi cerebro cansado revivió la carga eléctrica de aquella mañana que, mirándote dormir, nació mi cable a tierra sin tierra a la vista. Esta vez no fue el alcohol.

Después de verte salí a la ruta, fui dominando el asfalto y las señales, la velocidad, modifique los vínculos oníricos de mi estado mental bloqueando las interrupciones estúpidas de todo sueño. Ahora estás otra vez en mí, sobre mí, detrás de mí, y yo ciega, erizada en sensaciones, piel-carne-miedo, recibo tus aguas que agitan las estructuras, los cimientos. Siento miedo, definitivamente, miedo que vuelva a pasar. Siento pánico al pensar en tu espalda alejándose de mí. 

Estás encerrado en tu habitación, estás fumando parado frente a la ventana. Sé lo que soñás mientras las bocanadas de humo revientan sobre el vidrio doble de tu ventana. Por un momento esa neblina gris ciega tu visión, luego se desvanece. Como yo. Soy un fantasma que vos, únicamente, sabe que existe, que existió. Solo soy un instante.

Perdón.

fino.

                   Música: Paciencia - Leninne.

 

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